La corrosión en tuberías de sistemas contra incendios: causas, efectos y prevención
La corrosión en las tuberías de los sistemas contra incendios (SCI) es un problema silencioso, costoso y, sobre todo, riesgoso. Aunque el sistema esté diseñado conforme a NFPA o FM Global, si las tuberías se ven afectadas por la corrosión, la confiabilidad se reduce y el sistema puede fallar en el momento más crítico: durante un incendio.
En esta entrada revisaremos cómo se forma la corrosión en tuberías, los dos grandes mecanismos (químicos y biológicos), y qué estrategias existen para controlarla.
1. ¿Qué es la corrosión en SCI?
La corrosión es la degradación del metal por interacción con el medio que lo rodea. En tuberías de acero al carbón, las más comunes en los SCI, la corrosión se manifiesta como óxido, pitting (pequeños orificios), reducción del espesor de la pared, y en casos graves, fugas.
Un dato interesante es que, según estudios de la NFPA y FM Global, más del 70% de las fugas en sistemas de rociadores se deben a corrosión y no a defectos de fabricación o instalación.
2. Factores que propician la corrosión en SCI
Los sistemas contra incendios trabajan con agua y aire comprimido (en el caso de los sistemas secos o pre-acción), condiciones ideales para iniciar procesos corrosivos. Los principales factores son:
- Oxígeno disuelto en el agua: cuando llenamos la tubería, el oxígeno reacciona con el acero, generando óxido.
- Aire atrapado en las tuberías: incluso en sistemas húmedos, las bolsas de aire aceleran la corrosión localizada.
- Material de las tuberías: el acero al carbón es más susceptible que el acero inoxidable o el CPVC.
- Agua estancada: en tramos que no se drenan bien, el agua queda atrapada, creando microambientes corrosivos.
- Microorganismos: bacterias específicas pueden acelerar procesos de degradación del metal.
3. Tipos de corrosión en SCI
Existen diferentes mecanismos, pero dos son los más relevantes en sistemas contra incendios:
a) Corrosión electroquímica por oxígeno
El más común. Se forma cuando el oxígeno del agua o del aire atrapado en la tubería reacciona con el hierro del acero al carbón. El resultado es la formación de óxido de hierro (Fe₂O₃ o Fe₃O₄).
El problema es que esta reacción no ocurre de manera uniforme: se concentran en “celdas galvánicas”, zonas pequeñas donde el metal se degrada más rápido, produciendo pitting. Estas perforaciones reducen la vida útil de la tubería y pueden causar fugas prematuras.
b) Corrosión inducida por microorganismos (MIC, por sus siglas en inglés)
Menos conocida, pero igual de peligrosa. Se trata de la acción de bacterias que prosperan en condiciones de baja oxigenación, agua estancada y presencia de nutrientes.
Las más comunes en tuberías de SCI son las bacterias reductoras de sulfato (SRB), que generan subproductos corrosivos como ácido sulfhídrico. El resultado: corrosión localizada y orificios que aparecen en meses, no en años.
4. Consecuencias de la corrosión en SCI
- Fugas de agua: además de dañar infraestructura y equipos, generan pérdidas económicas y paros de producción.
- Obstrucciones: los depósitos de óxido o sedimentos reducen el diámetro útil de la tubería, afectando el flujo hidráulico.
- Disminución de la presión: un SCI corroído puede no entregar el caudal y presión que el cálculo hidráulico exige.
- Fallas en pruebas: los sistemas con corrosión suelen presentar problemas en pruebas de flujo o presión, lo que obliga a reparaciones costosas.
- Costos de mantenimiento: reemplazar tuberías corroídas es más caro que haber prevenido el problema desde el inicio.
5. Estrategias para prevenir y controlar la corrosión
La buena noticia es que existen prácticas y tecnologías para reducir el riesgo de corrosión:
a) Diseño e instalación adecuada
- Evitar bolsas de aire en sistemas húmedos.
- Instalar válvulas de purga para drenar correctamente.
- Considerar materiales alternativos (CPVC, acero inoxidable) en áreas críticas.
b) Uso de sistemas de nitrógeno
En sistemas secos o pre-acción, sustituir el aire comprimido por nitrógeno reduce drásticamente la presencia de oxígeno, mitigando la corrosión.
c) Revestimientos y tuberías especiales
Existen tuberías con recubrimientos epóxicos internos que retrasan la corrosión. Aunque su costo inicial es mayor, reducen gastos de mantenimiento a largo plazo.
d) Programas de inspección y prueba
NFPA 25 recomienda inspecciones periódicas para detectar signos de corrosión: fugas, cambios de presión o presencia de depósitos en drenes.
e) Tratamientos químicos y monitoreo de agua
El uso de inhibidores de corrosión o biocidas, junto con análisis regulares del agua, ayudan a controlar la presencia de bacterias y la agresividad del medio.
6. Reflexión final
La corrosión en tuberías de SCI no es un detalle menor: es una amenaza silenciosa que puede comprometer la seguridad de toda una instalación. Reconocer sus causas —ya sea el oxígeno o los microorganismos— y aplicar estrategias preventivas es fundamental para garantizar que, cuando se necesite, el sistema responda con la fuerza y caudal para los que fue diseñado.
Un sistema contra incendios confiable no solo se diseña: se mantiene.
